¿Qué hay al otro lado de la zona de confort?
La zona de confort es ese espacio psicológico en el que nos sentimos seguros, tranquilos y familiarizados. Es un espacio familiar y predecible, donde las cosas son como las conocemos y esperamos, es como una burbuja protectora donde nuestras rutinas, hábitos y conocimientos nos hacen sentir cómodos y en control.
Esta zona también puede ser una limitante para nuestro crecimiento personal.
Existe la teoría de los tres cerebros, propuesta por Paul MacLean, que plantea que el cerebro humano es una estructura compleja compuesta por tres "cerebros" con sus propias funciones y características, y todos ellos interactúan entre sí para dar forma a nuestra conducta.
Cerebro Reptiliano:
- Es el más antiguo y básico. Se encarga de las funciones vitales como la respiración, el ritmo cardíaco, la homeostasis y los instintos de supervivencia (lucha, huida, alimentación, reproducción). Es impulsivo y busca la satisfacción inmediata de necesidades básicas.
- Su conexión con la zona de confort nos impulsa a buscar la seguridad y a evitar el peligro, lo que nos lleva a aferrarnos a lo conocido y a resistir el cambio.
Sistema Límbico o Cerebro Emocional:
- Se encarga de las emociones, la memoria y el aprendizaje asociativo. Es el responsable de nuestras respuestas emocionales a las situaciones, como el miedo, la alegría, la tristeza.
- Su conexión con la zona de confort busca la recompensa y evita el dolor emocional, refuerza nuestro deseo de permanecer en situaciones que nos resultan familiares y cómodas.
Neocorteza:
- Es la parte más reciente del cerebro y es responsable de las funciones cognitivas superiores como el pensamiento abstracto, el lenguaje, la planificación y la resolución de problemas. Es la parte más racional y reflexiva de nuestro cerebro.
- Su conexión con la zona de confort se da cuando nos permite tomar decisiones conscientes y superar nuestros impulsos más primitivos. Aunque a menudo puede verse influenciada por las emociones y los instintos del sistema límbico y el cerebro reptiliano.
La Zona de Confort y el Cerebro Reptiliano
Nuestro cerebro reptiliano, siempre buscando la seguridad, tiende a mantenernos dentro de esta zona. Cualquier cambio o novedad puede ser percibido como una amenaza, activando nuestros mecanismos de defensa y resistencia; por eso es que tenemos miedo a los cambios y a probar cosas nuevas. Se puede decir que el único interés de nuestro cerebro reptiliano es mantenernos vivos.
Salir de la zona de confort es un reto que nos puede traer grandes recompensas como superación, satisfacción personal, crecimiento personal y profesional, apertura a nuevas oportunidades y muchos otros; para esto debemos superar algunos obstáculos como el miedo al cambio y lo desconocido, la ansiedad, el estrés, el agotamiento.
Algunas formas de salir de la zona de confort pueden ser:
- Establecer metas pequeñas y alcanzables con cambios graduales. Si quieres correr una maratón, empieza por trotar unos minutos al día.
- Aprender algo nuevo, inscríbete en un curso, aprende un idioma o tocar un instrumento. Cualquier habilidad nueva desafiará tu mente.
- Salir de la rutina, Cambia tu ruta al trabajo, prueba un nuevo restaurante o conoce gente nueva.
- Enfrentar los miedos, Identifica tus miedos y exponte a ellos de manera gradual. Si le temes a las alturas, por ejemplo, podrías empezar visitando un mirador bajo.
- Probar algo nuevo, Siempre hay algo que has querido hacer pero nunca te has atrevido. ¡Ahora es el momento!
- Viajar, Explorar nuevos lugares te expone a diferentes culturas y experiencias.
- Celebrar los logros reconociendo tus avances te motivará a seguir adelante.
No olvides, el crecimiento comienza donde termina la comodidad, fuera de tu zona de confort es donde ocurre la magia.